Mantén la lechuga fresca por más tiempo

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Si acostumbras usar lechuga en tus preparaciones, pero no sabes cómo conservarla en buenas condiciones durante más tiempo, aquí te contamos cómo lograrlo. Atento a los siguientes tips:

Quita las hojas dañadas

Cuando llegues a casa después de comprar la lechuga, quítale las hojas que se vean marchitas, viscosas o dañadas.

Lávala antes de guardarla

Te recomendamos que la laves bajo el chorro de agua fría para evitar infecciones alimentarias.  También puedes remojarla durante algunos minutos en un recipiente con agua y unas gotas de desinfectante para alimentos. 

Seca las hojas

Te aconsejamos que retires el exceso de agua con una centrifugadora para ensaladas, una toalla de papel absorbente o un paño de cocina limpio. Ten cuidado para que las hojas no se maltraten.

Envuelve en toalla absorbente

Envuelve tu lechuga en una toalla de papel absorbente y ponla dentro de una bolsa o contenedor de plástico. Guárdala en el cajón para verduras de tu refrigerador.

Supervisa

Revisa tu lechuga cada dos días, remueve las hojas que se vean marchitas y cambia la toalla de papel si se humedeció. De este modo, no se echará a perder ni se volverá viscosa.

Algunas consideraciones…

  • Las hojas sueltas de lechuga conservan su frescura de 7 a 10 días, mientras que las piezas completas se mantienen frescas hasta por tres semanas si se almacenan de la forma adecuada

  • Si la lechuga pierde su textura crujiente durante la refrigeración, puedes sumergirla en agua con hielos antes de usarla en tus preparaciones.

  • En caso de que quieras almacenarla en el congelador, opta por variedades más gruesas como la lechuga romana o francesa.

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