Cuelga tu ropa.
El punto más básico e indispensable para combatir los malos olores de la ropa es colgarla para que se ventile. Es posible que los malos olores desaparezcan en un solo día. Algunos más persistentes pueden demorar un poco más. Te recomendamos hacerlo al aire libre, evitando el sol directo en tus prendas.
Aprovecha el vapor de la ducha.
El vapor hace que las fibras del tejido se relajen y liberen el mal olor. Evita exponer al vapor la ropa muy delicada, ya que puede echarse a perder.
Congelador.
Dobla tus prendas con cuidado, mételas en bolsas herméticas y déjalas durante 45 o 50 minutos en el congelador. El frío acabará matando las bacterias encargadas de generar el mal olor. Por último, cuelga la ropa para que, con el aire fresco, terminen de eliminarse los microorganismos que generan el mal olor.
Anímate a probar estas alternativas y hacer perdurar tu ropa por más tiempo