¡Di adiós a las manzanas podridas!
La manzana es una fruta que requiere ciertos cuidados para mantenerse fresca por más tiempo. Debemos conservarla en un lugar frío y no juntarla con otras frutas, ya que el gas etileno que desprenden, acelera el proceso de oxidación del resto de los alimentos. Sin embargo, hay ciertos trucos, además del ambiente fresco, que puedes utilizar para conservar esta rica y refrescante fruta en buenas condiciones por un periodo más largo.
Ten en cuenta las variedades de manzanas. Las manzanas ácidas y de piel gruesa como las Fuji son tu mejor opción. Las dulces y de piel delgada, como las rojas no se conservan tan bien por más tiempo.
Elige las que estén en buenas condiciones. Las manzanas con partes magulladas o hundidas despiden más gas etileno y éste puede causar que las manzanas cercanas se pudran más rápido de lo normal.
Envuelve individualmente. Para evitar que tengan contacto entre sí, envuelve una a una con papel periódico. Fíjate que el papel contenga solo tinta negra, ya que la de color es tóxica. El objetivo es prevenir el contacto, no mantener el aire afuera.
Usa un contenedor aislado. No queremos restringir completamente el flujo de aire, por lo tanto, no debe ser hermético. Una buena opción, para regular la temperatura de las manzanas y la cantidad de aire, es ponerlas en un cajón o contenedor abierto y forrarlo con plástico para asilar.
Almacena en un lugar frío. La temperatura promedio del área no debe bajar mucho, hasta llegar al punto de congelación. Puedes ponerlas en el sótano, en una pieza fresca y sin calefacción o en el refrigerador.
Estos consejos te ayudarán a alargar la vida útil de esta maravillosa fruta.
