Lava y limpia las carnes y divídelas en las porciones en que las vayas a cocinar. Lava y corta los vegetales. Prepara las mezclas que vayas a utilizar y sepáralas en recipientes para congelar. Por ejemplo, si vas a hacer brócoli y zanahoria salteados, congélalos juntos. Puedes agregarles condimentos naturales, como una ramita de perejil, cilantro o dientes de ajo.
Tip: Recuerda que no todo se congela sin perder textura, propiedades u oxidarse. Por ejemplo, los vegetales o frutas con mucha agua (sandía, melón, uvas, etc.) pierden textura. Otras como las manzanas y los plátanos, se oxidan y verduras como lechuga y espinacas, se queman por el frío. La clave es utilizar en contenedor ideal.