Necesitarás
Vinagre blanco
Bicarbonato de sodio
Cepillo de dientes
Tazón
Dependiendo de cuántos cubiertos tengas, agrega al tazón suficiente vinagre y una o dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Revuelve los ingredientes hasta que se diluyan por completo. Con el cepillo de dientes, frota cada cubierto con la mezcla por unos minutos y déjalos a un lado para que haga efecto. Al final, enjuágalos con agua fría y sécalos con un trapo.