A través de la pasteurización, se incrementa la temperatura del producto en un nivel apenas inferior al punto de ebullición, para luego ser enfriado con rapidez. En esta técnica es importante el tiempo y la temperatura, pues de ellos depende el éxito del proceso.
A continuación, te mostramos cómo hacerlo en tu hogar:
En una olla pequeña, calienta el agua hasta una temperatura de 60 – 62ºC, controlando en todo momento, con un termómetro de cocina, que no se superen los 64ºC, pues a esa temperatura empieza a cuajarse la clara.
Introduce el huevo y espera a que se restablezca la temperatura, pues al meterlo ésta bajará un poco.
Controla con el termómetro y deja el huevo en el agua a 60ºC durante 4 minutos.
Pasados los 4 minutos sacamos el huevo, lo dejamos enfriar y ya podremos usarlo para nuestras preparaciones que requieran el uso de huevos crudos.