Muchas veces, solemos encontrar en nuestro clóset prendas que no usamos, ya sea porque están viejas o gastadas, ya no nos quedan o, simplemente, porque nunca encontramos la ocasión para volver a usarlas y las dejamos guardadas, alimentando la esperanza de que por fin llegue ese momento adecuado para lucirlas otra vez, pero lo cierto es que esa instancia nunca llega.