Detrás de los electrodomésticos. Detrás del microondas, la lavadora o el refrigerador ¡hay mucha mugre! De vez en cuando desconecta tus aparatos, aspira y retira la suciedad. Además, puedes usar un producto desinfectante para trapear y eliminar los gérmenes.
Vaso del cepillo de dientes. Si no lo lavas con frecuencia puede llenarse de bacterias y moho. Te recomendamos limpiarlo con agua tibia y jabón y luego secarlo completamente.
Almohadas, cojines y plumones. Lávalas con mucha frecuencia. Las almohadas y plumones de pluma pueden ir a la lavadora en un ciclo delicado. En el caso de las almohadas de látex, te recomendamos lavarlas a mano. No las sumerjas mucho ni las frotes; sécalas en horizontal y a la sombra.
Cortina de ducha. Descuélgalas frecuentemente y lávalas con agua caliente y jabón. No te olvides de limpiar la barra y los anillos.
Entre los azulejos. Si no lo limpias con frecuencia el espacio entre los azulejos se acumula moho y jabón seco. Te recomendamos limpiar con desinfectante periódicamente.
Manillas de las puertas. Mucha gente los utiliza, por eso tienes que limpiarlos con frecuencia con un trapo y alcohol.
Enchufes e interruptores de luz. También deben desinfectarse y limpiarse para que no se llenen de suciedad y den un mal aspecto.
Basurero. Debes limpiarlo y desinfectarlo a menudo para evitar infecciones y mal olor.