¿En qué debo fijarme si quiero alargar la vida útil de mis alimentos?
Más allá de los distintos métodos de conservación, existen una serie de factores que impactan directamente en la mantención de los alimentos y que debemos tener en consideración a la hora de utilizar alguna técnica para alargar su vida útil. Sigue leyendo y entérate de cuáles son:
Estado del producto. Debemos diferenciar aquellos productos que están en su estado puro de los que han pasado por alguna preparación previa o han sido procesados. Si es un alimento fresco, por ejemplo, existe mayor probabilidad de que su tiempo de conservación sea mayor.
Cantidad de alimento. En determinados casos influye el volumen de los productos, pues si es mucho, puede ser más complejo el proceso de conservación. Esto variará dependiendo de la técnica que se vaya a usar.
Grado de humedad. Los productos muy húmedos suelen arruinarse más rápido, ya que la humedad es el ambiente ideal para el desarrollo de las bacterias y microorganismos que se encargan de echar a perder los alimentos.
Punto de maduración. Los productos procesados (enlatados y envasados) poseen una fecha de caducidad ya establecida por los productores. En cambio, los alimentos orgánicos son más volátiles y su tiempo de conservación depende directamente del grado de maduración que ya tiene el producto al adquirirlo y la manera en que lo preservamos, al aire libre o en el refrigerador.
Estado original del producto. En el caso de la carne, por ejemplo, será más difícil de conservar si está cruda. Las frutas y verduras, por otra parte, se mantienen mejor si están íntegras y no se han cortado en partes.
