En el caso de la lavadora, el lavavajillas y el refrigerador, los microorganismos crecen fácilmente gracias a la humedad. Por suerte, eliminarlos solo requiere de pequeñas tareas y algún lavado periódico más fuerte. Aquí te mostramos algunas ideas para que tus electrodomésticos se mantengan impecables, como el primer día.
Es importante saber que el detergente no limpia el tambor, por lo que no podemos aprovechar un lavado de ropa para hacer una limpieza en profundidad. Para limpiar el interior debemos programar un lavado con el tambor vacío y escoger un programa de alta temperatura, utilizando un producto de limpieza específico para esa zona.
Lavadora:
Por otra parte, el dispensador de jabón siempre está húmedo y tiene rincones perfectos para que se acumulen el moho y gérmenes. Para limpiarlo, lo más fácil es extraerlo. Puedes hacerlo con un cepillo de dientes. No olvides secarlo bien, antes de volverlo a encajar.
Otra zona problemática es la goma que encaja la puerta. Si se ennegrece, es una señal de presencia de moho, bacterias y gérmenes. Para mantenerla lo más desinfectada posible, solo hay que secarla con un paño después de cada lavado.
Refrigerador:
La escarcha y una limpieza deficiente provocan que la comida entre en fase de putrefacción más rápido.
Para reducir la escarcha, lo más simple es evitar abrir y cerrar la nevera con mucha frecuencia. Limpiar el interior a fondo también es recomendable, al menos una vez cada tres meses. Además, debes limpiar los estantes y cajones uno a uno y no olvides repasar las gomas para que la suciedad no se junte.
Lavavajillas:
Tira bien todos los restos de comida antes de meter tus platos. Además, te aconsejamos sacar el filtro cada dos semanas para limpiarlo con agua y jabón.
Para mantener impecable el interior, basta con ponerlo en marcha cuando esté vacío y utilizar el producto que consideremos más adecuado. Así desinfectaremos y evitaremos malos olores a la vez.
Otro cosa que deberíamos tener en cuenta, es que el vapor que sale al acabar el lavado puede contener esporas de hongos y microorganismos. Por eso lo mejor es esperar un rato antes de abrirlo; y ya una vez abierto dejarlo así una media hora para que la humedad no se estanque.