Ingredientes básicos:
Una proteína, como carne, pescado, pollo, salmón ahumado, huevo cocido o atún.
Complementos deliciosos:
Las legumbres como el garbanzo, las lentejas o los porotos, son una excelente fuente de proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Añadirlos a nuestras ensaladas no solo las hará más sabrosas, sino que aportará un valor nutricional extra.
Si te gustan los contrastes puedes agregarle algún tipo de fruta para darle un toque dulce. La piña, el durazno, el mango, la fresa o la manzana, van muy bien con las ensaladas.
Aderezos, una explosión de sabor
Al tradicional aceite de oliva, vinagre y aceto balsámico, puedes agregar mostaza o una salsa de yogur natural con cilantro, jugo de limón o de otras frutas, y una cucharadita de miel.
Echa a volar tu creatividad y anímate a experimentar con diferentes texturas y sabores para lograr ensaladas de alto impacto.