Cómo lograr comer saludable en casa
Planificar un menú equilibrado, nutritivo y sin carencias ni excesos, es decir, saludable, no es tarea fácil, requiere de creatividad, orden y fuerza de voluntad. El teletrabajo, los niños, las mascotas y las labores del hogar no lo hacen fácil, pero ¡ánimo! Aquí te entregamos algunos consejos para que logres cambiar tus hábitos alimenticios.
Primero, la distribución
Debemos tener en cuenta cuántas comidas distribuiremos en nuestro menú diario. Saltar comidas, así como pasar muchas horas sin comer no es aconsejable, lo ideal es organizar un menú distribuido en 4 a 5 comidas diarias.
¡A planificar!
Teniendo ya establecida la distribución de nuestro menú, iniciaremos la planificación destinando tiempo y creatividad a cada comida: desayuno, merienda, almuerzo, once y cena.
Para que las comidas sean completas nutricionalmente deben contener:
Proteínas: Lácteos, carnes, huevos o legumbres
Hidratos o cereales: Pan, galletas, cereales, harinas y, pastas u otros
Grasas saludables: Aceite de oliva, aceitunas, de frutos secos, palta, entre otros
Líquidos: Agua de preferencia o bebidas como leche, café, té, jugos naturales
Vitaminas y minerales: Frutas y verduras
De cada grupo de los nutrientes mencionados debemos escoger un alimento y podemos combinarlos con otros para elaborar una comida diferente cada día.
Para las pequeñas ingestas como la media mañana podemos escoger simplemente una fruta, un yogur o bien un puñado de frutos secos.
Para las comidas hay que tener en cuenta que en ellas se deben concentrar la mayor parte de las calorías diarias, por eso, todos los nutrientes deben estar presentes. Así, vamos variando las fuentes de hidratos así como las fuentes de proteínas y grasas para diversificar las preparaciones de nuestro menú.
Algunos truquitos…
Comprar en función del menú semanal para que no falten ingredientes
Preferir ingredientes de temporada
Utilizar cantidades apropiadas de cada ingrediente para cocinar la cantidad justa o para cocinar y congelar si queremos facilitar las tareas
Supervisar cada día qué comeremos al día siguiente, según la planificación, para asegurarnos de que no falten ingredientes o para adelantar trabajo si es posible