Pautas para incorporar un nuevo hábito
Mejorar nuestra alimentación, hacer deporte o dejar de fumar, son algunos de los objetivos más comunes que nos impulsan a incorporar nuevos hábitos a nuestra rutina. Sin embargo, su éxito dependerá de una serie de factores que debes tener en cuenta. Sigue leyendo y entérate de las pautas a seguir para lograr lo que te propongas.
Tener claro el objetivo a trabajar
Especificar muy bien qué es lo que queremos conseguir y por qué lo queremos.
Platearse metas realistas
Debemos ajustar las expectativas y plantearnos metas que podamos conseguir. Si la meta es demasiado alta y cambia de forma muy drástica nuestro ritmo de vida, es muy probable que acabemos por abandonarla. Idealmente, ponte una meta más elevada a largo plazo y objetivos más alcanzables a corto plazo.
Determinar tu motivación
Si nuestra motivación es intrínseca (realización personal) existe mayor probabilidad de éxito. En cambio, si la motivación es extrínseca (por presión externa) será más difícil alcanzar la meta.
Trazar un plan de acción
Es importante establecer cuándo y cómo llevaremos a cabo nuestro nuevo hábito. Por ejemplo, si nuestro objetivo es establecer estudiar algún idioma por ejemplo debemos determinar factores como horarios, descansos y periodicidad, entre otras cosas. Recuerda que debes ser realista y no establecer metas inalcanzables.
Establecer los medios o recursos que necesitaremos
Es importante que tengas que analices si vas a requerir algún tipo de material, espacio o ayuda externa.
Concédete pequeñas recompensas
Esto aumentará nuestra motivación y probabilidad de mantener la conducta en el tiempo.
El entorno influye
No olvides que hay factores que escapan de tu control, como los allegados y su estilo de vida. Deberás tener en cuenta estos factores de antemano para adaptarte y equilibrar tus expectativas con las del entorno.